¿Te apetecen unas vacaciones? ¿Qué tal en Bali, Indonesia? ¿Qué mejor que en un lugar privado? Pero, ¿te imaginas que fuera en un avión convertido en mansión? Suena un plan de super lujo y muy exclusivo, pero es real. Esta es la historia de cómo Felix Demin convirtió un Boeing 737 en desuso en un hotel privado.
Lleno de todo tipo de comodidades, incluso parecido a un resort, Demin describe este lugar como: "una villa única en Bali; exterior y estructuralmente se trata de un avión, el cual hemos convertido en un hotel de lujo". Lo más impresionante de todo es que se puede rentar tal cual como si fuera un Airbnb.
Vamos por el inicio. Para poder construir este proyecto, se tuvo que adquirir el fuselaje propio de un Boeing 737. Este modelo dio sus primeros despegues por allá de 1967 y ha formado parte de la aerolínea casi desde su inicio. Su tamaño y estructura robusta permite a esta pieza albergar cerca de 200 pasajeros.
La creación del Private Jet Villa fue todo un reto. En primer lugar, Demin se alió con otro empresario que le ayudara costear el hotel: Alexander Lebedev. Ya juntos como equipo, y pasadas las cuestiones económicas, vino la tarea difícil. Como podrás imaginar, fue un reto transportar toneladas de metal a la cima de un monte.
A través de su perfil de Instagram, Demin ha compartido videos en los que se explica cómo fue el proceso, tanto de logística como de ingeniería, para llevar una aeronave a la punta del acantilado de la playa Nyang Nyang. Para empezar, se tuvo que dividir el avión en dos partes y después subir el fuselaje del Boeing 737 para darle forma.
Luego vino la modernización. Para poder hacer atractiva la avioneta a potenciales huéspedes, se decidió mantener un área lateral abierta para tener vista directa al Océano Índico. Con 150 metros sobre el nivel del mar, la villa se encuentra rodeada de vegetación de Indonesia. Un plus: el lugar está aislado de otras zonas de alrededor.
La descripción en sí ya es para suponer que la estancia es de super lujo, pero todavía no mencionamos los servicios. Además de contar con alberca, parrillas, patio amueblado y un bar, también se dispone de mayordomo, azafata, así como un chef privado. Y ¿por qué no? también tiene WiFi gratuito.
Eso sí, la única forma de llegar es en helicóptero. Pero como si esto no fuera suficiente, se tiene la disponibilidad de usarse para bodas. Aunque cuesta creerlo, y más poder visitarlo, no podemos negar que resulta ingenioso. Incluso alguien dedicado al marketing podría decir: "tienes que ofrecer lo que nadie ha pensado antes en vender".
¿Te imaginas que esta hazaña se hubiera logrado con el avión presidencial antes de su venta al gobierno de Tayikistán? Nunca lo sabremos.